SIN ENERGÍA NO HAY PROGRESO

La Libertad es un oasis en el desierto, sus valles costeros e interandinos son fértiles y se extienden hacia el oriente con territorios bañados por el caudaloso río Marañón. Sus playas albergan turistas nacionales e internacionales y tienen una gran riqueza hidrobiológica gracias a la corriente de Humboldt. Según la organización ‘Conservamos por Naturaleza’ es la única región con Costa, Sierra y Selva.

Si bien entre el 2019 y 2023 sus exportaciones presentaron un crecimiento promedio de 13.2%, aún tiene una agenda pendiente que incluye temas como la inseguridad ciudadana y la mejora de infraestructura, desde la falta de vías de vías de acceso, obras de agua y desagüe y energía eléctrica, hasta el reforzamiento de puentes.

Hace unas semanas, los empresarios de La Libertad recibieron con beneplácito el anuncio del inicio de las obras de la III etapa del proyecto Chavimochic; no obstante, mantienen su preocupación por la falta de energía eléctrica que pone en riesgo su progreso; hasta el momento cumplen un gran papel en la generación de empleo formal y digno, además de ayudar a la descentralización económica del país.

Así es, Chavimochic, en la actualidad el proyecto agrícola más importante del Perú, se ve amenazado por el colapso de la red de distribución de energía, lo cual haría inviable la expansión agrícola tan necesaria para mantener nuestro posicionamiento como un proveedor mundial de alimentos.

Y no solo eso, sino que cerca de 300 mil personas corren el riesgo de no contar con este servicio ante una posible caída del sistema. Según los empresarios de La Libertad, las autoridades siguen subsanando el déficit con iniciativas de corto plazo que dañan el medioambiente y a la población.

La salida definitiva, que empalma con una de las iniciativas de corto plazo, es instalar un transformador en Chao, en un terreno donado por la Asociación para el Desarrollo Agropecuario Sostenible (ADAS). Su expediente técnico está encaminado y se ejecutaría en 18 meses con un presupuesto de alrededor de US$ 12 millones, pero, de lo que sabemos, aún no cuenta con el visto bueno del Ministerio de Energías y Minas.

Por su parte, el sector privado planteó una solución más sostenible en el tiempo, la cual es habilitar una subestación en Virú, como parte de la adenda al Contrato de Concesión de Transmisión Etecen-Etesur. Ya cuenta con la opinión favorable de Osinergmin y podría estar lista en 5 años, empero, no se registra ningún otro avance aún.

Perú es un país megadiverso, posee una muy alta diversidad de climas, pisos ecológicos, ecosistemas productivos, flora y fauna (alta diversidad genética); sin embargo, todo ello no es suficiente en su objetivo de convertirse en una nación del primer mundo.

En contraposición, Corea del Sur y Japón no tienen recursos naturales, pero son altamente desarrollados, con gran estabilidad económica y política. ¿La diferencia?  autoridades que tomaron decisiones correctas en el momento oportuno.

Señores del gobierno, fortalezcamos el diálogo y avancemos en la agenda pendiente. Sin energía eléctrica solo hay abandono, delincuencia y miseria; con energía se mejora la calidad de vida de la población y surgen las industrias, los pequeños negocios y emprendimientos. Actuemos con la celeridad que demanda este problema que frena las iniciativas en esta región norteña.

*Columna publicada en el diario Expreso el 25-05-24.