NO HAY DESARROLLO SIN EDUCACIÓN
Triste pero cierto. Perú tiene un gran porcentaje de estudiantes con bajo rendimiento en áreas clave como matemáticas, lectura y ciencias que duplica el promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Esto es un enorme desafío para el sistema educativo y el país en su conjunto pues constituyen un grupo con un mayor riesgo de abandonar los estudios y por consiguiente truncar un futuro más promisorio.
De acuerdo con el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), en el 2023 solo el 34% de los escolares peruanos alcanzó al menos el nivel 2 de competencia en matemáticas, porcentaje bajo si se compara con el 85% logrado por sus pares de los países asiáticos.
Según el Índice de Competitividad Regional (Incore) 2023, elaborado por el Instituto Peruano de Economía (IPE), tan solo un 8.5% de los educandos de la secundaria cuenta con un rendimiento satisfactorio en lectura y matemáticas.
El Incore aborda el pilar educativo centrado en 2 grandes aspectos, el proceso de los estudiantes en el nivel básico (asistencia, desempeño en pruebas de comprensión lectora y matemáticas para primaria y secundaria); y la infraestructura de las escuelas (servicios básicos e internet).
Algunos de sus resultados fueron: Tacna, Moquegua, Lima y Arequipa lideran el cuadro, mientras que Loreto, Ucayali, Huánuco y San Martín son las de menor desempeño. Un punto que se desprende de los resultados es la existencia de un vínculo entre el nivel socioeconómico y el rendimiento: mientras más alta es la escala socioeconómica del escolar, mayor es el porcentaje que alcanza en la prueba PISA.
Con relación a la infraestructura –proporciona un entorno propicio para el aprendizaje–, solo un 39.4% de los colegios contaban con acceso a electricidad, agua y desagüe. Las regiones que ocuparon los últimos puestos en el ranking de accesibilidad a los servicios básicos fueron Loreto y Ucayali, que también presentaron los resultados más preocupantes en rendimiento escolar.
La mejora de la educación también está ligada al presupuesto, no solo se trata de la asignación de los recursos, sino que los Gobiernos Regionales (GORE) los usen apropiadamente. Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) los que registraron una menor ejecución en el 2023 fueron Callao (17%), Áncash (21.1%) y Lambayeque (30.1%); y los de mayor ejecución, Madre de Dios (99.4%), Junín (99.4%) y Ayacucho (98.3%).
Por todo ello, y conociendo su importancia como un medio para salir de la pobreza, hace unos días firmé en representación de ADEX el ‘Pacto por la Educación de Calidad’, una iniciativa de IPAE que cuenta con el respaldo de 26 instituciones gremiales y organizaciones privadas vinculadas al sector.
Asegurar una educación de excelencia y que abarque a la gran mayoría de peruanos parece por ahora algo difícil de lograr, pero creemos que un trabajo serio y planificado nos permitirá avanzar en este objetivo imprescindible si queremos lograr el desarrollo de nuestra nación.
ADEX, a través de ADEX Instituto y ADEX Global Learning, asume este compromiso y siguiendo los 3 principios ya identificados –lograr una gestión educativa transparente y meritocrática, revalorizar la educación técnica y tecnológica (secundaria y superior); e impulsar un licenciamiento único y acreditación de calidad continua en la Educación Superior–, quiere incentivar, como lo viene haciendo desde hace varios años, a que esa educación de calidad, hasta ahora esquiva, sea una realidad.
